jueves, agosto 17, 2006

No es ser cuentista, es romper los esquemas que cansan mis párpados y aburren el entendimiento. El Nuevo Periodismo hoy.

¿Porque contar, contar y contar como una maquina de escribir antigua y llena de polvo que nos impide ver más allá de las palabras y transportarnos por la línea del tiempo sin tabúes ni engaños? Mejor recorto las palabras añejas que cansaron a los fieles lectores de los medios de comunicación y los ahogo de historias, de personajes y de sentimientos reales, que se palpan y se ven en la esquina de tu casa, en un paradero de micro y en la pena del que llora la pérdida del respeto y la tolerancia.
Qué pasó por la cabeza del asesino y cómo terminó con la vida de toda una familia a sangre fría? No se ustedes, pero yo... alusino con pisotear la formalidad y darle el sillón privilegiado a las buenas historias y los buenos cuentistas, que hablan de la baja de cesantía en la comuna de Pudahuel, en lo que soñó Spiniak antes de recibir los 5 años y 1 día de condena y en cómo terminó la vida del último ganador de Quién quiere ser millonario.
Bienvenidos y si no les gusta, sólo estan a un clic de cambiar la historia... o de cegarse a la realidad que no todos cuentan...
Muerte al que mató los quincenales de Fibra y cortó el color de esas gruesas hojas que contaban, relataban y llenaban de ilusión el cambio de un oficio que necesita de nuevos y prósperos horizontes...
Caterinna Migliorelli


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